El reencuentro

Agarre mi chaqueta y la mire como se tiraba en la cama. Eso me hacia acordar la primera vez que la vi. Parecia como si todo se volviera a repetir. Sacudi mi cabeza, volviendo a la realidad. Si algo no habia cambiado era mi maldita costumbre de quedarme en mi mundo de pensamientos. Tire la chaqueta al piso y corri hacia su cama.

Me sente a su lado y le puse la mano en su frente, al parecer tenia un poco de fiebre. Ella abrio sus hermosos ojos y me miro con una sonrisa. Parecia que le alegrara que me preocupara por ella. Y era asi, sentia que cada vez la queria mas. Sin embargo ahora eso no era lo mas importante. Me levante rapidamente y cerre la puerta. Me dirigi al baño y agarre una toalla peqeña. No me costo encontrarla, estaba a la vista con las otras toallas y su ropa interior en una silla. Me sonroje un poco y volvi a lo mio. Moje la toalla y volvi a la habitacion.

Me sente de vuelta al lado suyo y le puse la toalla mojada en la frente, luego de haberle recogido hacia atras el cabello.
-Vaya, creo que aun sigues siendo tan ordenada como siempre... -le dije con una peqeña risa. Ella se sonrojo y desvio la mirada.
-No... no tienes que estar aqui... yo... -empezaba a susurrar cada vez con menos fuerza. Le puse mi dedo indice en sus suaves labios.
-Sh... yo qiero estar contigo... -le susurre y le di un beso en la mejilla. Luego mire a mi alrededor. Los sucesos de aquella noche volvian a mi mente.
-Donde... -empeze a susurrar mientras revolvia el desorden de la piesa en busca de las bolsas de sangre.- Donde estan las bolsas...? -le pregunte desde una esquina de la habitacion al dar como inutil mi tarea.

Con las pocas fuerzas que tenia me señalo la nevera. Me pegue la frente con la palma de mi mano por lo idiota que habia sido. Corri hacia la nevera y la abri desesperado y... nada. No habia ninguna. Mire a mi alrededor como si eso fuera a aparecer una bolsa magicamente y luego suspire. Me levante despacio y me dirigi de vuelta hacia la cama.

Una vez alli la ayude a levantarse y sentarse en la cama. Me miro con cierta curiosidad. La rodee con el brazo para que no se acostara y con mi mano agarre un cuchillo y me corte cerca de mi muñeca, y la sangre empezo a brotar. Ella sabiendo lo que qeria que hiciera se separo de mi.
-No... tu no... -me empezo a decir cuando la mire y la atraje de vuelta hacia mi. La abraza con fuerza.
-Nanatsu... pofavor... -le dije con tristesa. Ese tono hacia muchos años que no lo usaba. Estaba realmente triste, queria que estuviara bien y si ese era el precio lo iba a pagar.

Le ofreci de vuelta mi muñeca y ella me miro como pidiendome que no la obligara a hacer eso.
-Se que no qieres, pero es la unica forma, cariño... -la ultima palabra me salio tan natural que ni yo mismo me la creia. Me miro tan asombrada como yo y asintio con la cabeza y cerro los ojos mientras bebia mi sangre.

Cuando me abrazo y me llevo encima suyo no podia haber estado mas feliz. Podia sentir de vuelta su tibio calor, su hermoso y armonioso pulso. Era la noche perfecta. Cuando me llevo mas hacia ella me extrañe un poco pero pronto no me preocupo. Podia sentir con mis labios su suave y blanca piel y el lindo olor de su cabello. La abraze por la cadera y le pase las manos por debajo de su camisa, acariciandole la espalda muy suavemente.

-Tsukune... Bebe, tú también necesitas... Y... quiero que tengas parte de mi.-me dijo con su dulce voz. Al principio no sabia que hacer ni que decir. Yo... hacia mucho que no bebia sangre. Solo de vez en cuando al necesitar realmente iba y tomaba sangre de bolsas. Yo no qeria lastmiarle su delicado cuello. Pero senti que ella realmente queria. Espere unos segundos mientras pensaba si lo debia hacer o no. Sin embargo cuando ella empezo a acariciarme la espalda me tranquilizo. Sus manos eran tan suaves y delicadas. Me hacian ruborizar.

Suspire ondo y mis ojos se volvieron un tinte mas rojo y mis colmillos crecieron un poco mas. Acerque mi boca a su cuello hasta rosar su piel con mis labios y luego de apenas morderla, ya que no queria hacerlo, empze a beber su sangre. Esa sensacion, ese sabor, esa textura. Jamas habia provado algo asi. La sangre que yo bebia era fria, humeda, casi espesa. En cambio esta era tibia, perfectamente dulce y muy sabrosa. La abraze por debajo de los brazos y segui bebiendo unos segundos mas. Una vez saciado me separe un poco y me limpie tercamente la boca con mi brazo.

Nuestras miradas se encontraron y le sonrei dulcemente. Me levante y traje un poco de algodon. Volviendo a la cama con ella me puse de costado mirandola y me sonrio mientras me acariciaba mi mejilla. Le di un besito en la frente y con extremada delicadesa limpie la parte de la mordida de su cuello. Nuestras palabras eran pocas pero asi eramos nosotros.
-Gracias, Nanatsu... -le susurre en el oido mientras me acomodaba a su lado y la abrazaba. Ella hizo lo mismo y quedamos enfrentados. Nos miramos por unos segundos como si ambos supieramos lo que qeriamos hacer y no podiamos hacerlo.
-Nos has cambiado mucho...-le decia mientras me separaba un poco y con la mano buscaba algo en el piso. Ella me miro con curiosidad y al encontrar lo que buscaba lo alze en el aire.- Me acuerdo de este... -le decia con tono picaro mostrandole un sujetador negro que yacia tirado en el piso. Al parecer ella tambien lo recordo ya que se puso toda colorada y estiro la mano para sacarmelo.

Yo lo alze mas y debido a que tenia los brazos mas largos no podia sacarmelo.
-Damelo...! -dijo avergonzada e intento levantarse un poco para poder alcanzar el sujetador. Como yo estaba boca arriba y ella se levanto un poco sin querer se resbalo con el codo donde se sostenia y cayo encima mio. Nos miramos con una sonrisa y nos dimos un apasionado y dulce beso a la vez que soltaba el sujetador para que cayera de vuelta a donde estaba.

La segui con la vista mientras se dirigia al baño. Ese caminar tan... tranquilo, la hacian parecer mas sexy de lo que era. A lo mejor estaba exagerando o simplemente estaba perdidamente enamorado de ella. Cualqier cosa que fuese algo interrumpio mis pensamientos. Habia entrado al baño y yo ya estaba sentado en la cama mirando toda su habitacion. Tendria que ordenar un poco, ya que en el fondo era algo extricto con la limpiesa. En fin, luego de abrir la puerta me miro con esos hermosos ojos, los cuales mostraban duda. Como si fuera a proponerme algo. Le sonrei y me invito a bañarme con ella.

Una peqeña sonrisa delatora se esboso en mi rostro y negando con la cabeza me levante. Me acerque a una mesita y haciendo un poco de espacio puse mis viejas armas ahi. Me habia dado cuenta en ese momento que le habia mentido y ella tenia razon. Si habia cambiado, y mucho. Pensar que la sola idea de bañarse conmigo a la vieja Nanatsu le seria... bueno, tendria una mala reaccion. Pero ahora me hablaba en tono seductor y me sonreia con esa carita. Si, realmente habia cambiado, y no podria estar mas feliz con eso. Camine hacia el baño mientras me desvestia completamente y me quede apoyado en la puerta mirandola de pies a cabeza.

Ella se levanto y se acerco a mi. Yo la agarre por las caderas y la mire de pies a cabeza.
-Siempre pense que... tenias un hermoso cuerpo.... -le dije sonrojado. Aun para mi decir esas cosas me daban mucha verguenza. Ella me sonrio y me acaricio la mejilla.
-Te ves mas lindo cuando te sonrojas...-me susurro mientras apoyaba su cabeza en mi pecho. Yo la agarre de las manos y la mire a los ojos.
-Sabes...? Creo que voy a disfrutar mi estadia en el colegio... -le sonrei y la agarre entre mis brazos y nos dirigimos hacia la bañera. Entre y nos sentamos, ella arriba mio. Nuestras miradas se cruzaron un segundo y nos besamos apasionadamente mientras yo me acostaba mas en la bañera y ella se acomodaba encima mio y me abrazaba por el cuello.

Yo estaba en la bañera de lo mas comodo relajandome y disfrutando de la comica escena. Escuchando al mismo director de siempre y viendo como Nanatsu trataba, fallidamente, de hacer como si no pasara nada. Cuando se dio cuenta, ya que era mas que obvio, de que estaba yo me pidio que saliera. Supe que ahora no tenia que reirme ya que de seguro nos iba hablar acerca de nosotros y lo que estaba bien y mal, bla bla bla. Realmente parecia una madre.

Suspire y me levante de la bañera y en ese momento sentie el frio. Claro, yo estaba de lo mas tranquilito ahi y ahora se venia todo el reproche. Por suerte la puerta estaba cerrada, sino les aparecia desnudo. Mire a una silla que taba ahiy habia dos toallas, una rosa y una azul.
-Tsk... -dije mientras agarraba la azul y me la ataba a la cintura, lo minimo que podia hacer. Me sacudi un poco el cabello haciendo que qedara como quedaba siempre, aun algo mojado. Abri la puerta y me encontre con un director que parecia un ama de casas que recogia todo y lo ordenaba y con una Nanatsu que estaba cruzada de brasos sentada en la cama.
-Director, los años no le han afectado en nada... -dije con una peqeña sonrisa mientras el se paraba en frente mio y me miraba de pies a cabeza.
-Y tu no has cambiado mucho, tampoco. Siempre el mismo mujeriego de siempre... -dijo con una sonrisa. Ambos sabiamos que era mentira pero Nanatsu levanto una seja. Maldito director, si que me habia fastidiado.
-Me acuerdo una vez... -empezo a decir, pero antes de que siguiera inventando cosas y hundirme mas agarre y le tape la boca. Mire a Nanatsu algo nervioso negandole con la cabeza, para decirle que eran todas mentiras. Pero ella parecia mas enojada. Tendria que hacer muchas cosas para que me creyera. Solte al diretor que sonreia triunfante por arruinarme la noche.

Se arreglo la ropa y dio un paso hacia atras. Nanatsu se levanto y se acerco a nosotros.
-Bueno, chicos. Creo que ya se reencontraron despues de mucho tiempo. Solo venia para darle la bienvenida a Tsukune... -suspiro y termino de doblar una camisa y ponerla encima de una silla.- Ademas creo queya solucionamos el problema de donde te ibas a quedar, no? -rio con una sonrisa y yo me rasque la nuca algo sonrojado. El ya se dirigia a la puerta cuando se dio vuelta.
-Recuerda Tsukune, mañana en mi oficina para hablar... de tu ya sabes... -Abri los ojos. Acaso estaba loco? Como iba a decir eso en frente de Nanatsu. Ella me miro extrañada y me maldije a mi mismo. Definitivamente, me las iba a pagar. Cerro la puerta mientras ella se cruzaba de brazos en frente como si fuera a decirme algo.

Cerre los ojos a la vez que ella cerraba la puerta de un golpe. Sabia que lo que venia no era muy lindo. Suspire ondo y me prepare para tener que explicar todo. Los abri lentamente al sentir que ella ponia su dedo en mi frente. "Qiza no sea tan malo..." pense al verla sacandose el albornoz y quedando completamente desnuda frente a mi. Tenia un hermoso cuerpo y era preciosa. Era muy afortunado de tenerla conmigo. Me empujo y cai boca arriba hacia la cama. Luego de darme un beso corrio hacia la bañera y se acomodo alli. Yo la segui con la mirada obserbandola con esa mirada boba de alguien enamorado. No podia culparla. Comenzaba a sentir el frio.

Me levante y camine hacia el baño. Me pare en al puerta y ella estaba de lo mas relajada acomodada en la bañera con la mirada hacia arriba y los ojos cerrados. Me sente en el borde de la bañera y le acaricaba el pelo lentamente. Abrio los ojos y le sonrei. Me saque la toalla que me cubria de la cintura para abajo y me meti con ella en la bañera. La abraze y nos miramos unos segundos. Le acaricie su mejilla y ella sonirendome me abrazo por el cuello y nos besamos dulcemente.

Despues del baño yo me estaba secando el cabello con una toalla y ella estaba acomodando un poco la sala cuando tocaron la puerta. Ambos nos miramos. Al parecer nadie esperaba a nadie. Me acerque lentamente y apoye el oido para lograr escuchar algo. Ya no habia nadie. Abri un poco la puerta y en frente mio se encontraban mis maletas con mi ropa. Me habia olvidado de eso. Suerte que el director aviso al ultimo momento. Nanatsu miraba con curiosidad desde dentro de la habitacion. Cuando volvi a entrar tenia dos maletas de tamaño medianos. Las puse a un costado y me rasque la nuca.
-Bueno, creo que no era en broma eso de vivir juntos, jeje...-dije con indiferencia y me aceque a ella, que ya estaba acostada en la cama.
-Te mas linda con el pijama....-le dije con una sonrisa mientras me acostaba a su lado arropados con las sabanas. La abraze y le di un dulce beso. Nuestros ojos se encontraron antes de que estirara la mano para apagar la luz del velador.

La oscuridad invadio el ambiente pero aun podiamos sentirnos. Podiamos vernos entre nosotros. No deciamos mucho, porque no hacia falta. Nuestras miradas, besos y abrasos lo decian todo. Pase mi mano por debajo de su camiseta de pijama y le acaricie su espalda suavemente. Ella me abrazo y se acurruco en mi apoyando su cabeza en mi pecho.
-Te amo... -apenas le susurre antes de cerrar mis ojos. Realmente tenia ganas de hacerlo con ella esa misma noche. Pero... algo me decia que tenia que ir despacio. Aun no nos acostumbrabamos el uno al otro y aun faltaba que convivieramos en la misma habitacion. Saque esos pensamientos de mi mente y me procure dormir tranquilo y feliz, como me sentia con ella.